Hoy en mi día ha predominado el frío.
Gracias al frío he tenido el día más aburrido del mundo en el trabajo. La gente se ha tirado al sofá, manta y peli y ha pasado de salir a la calle.
Aunque si es cierto que las confesiones unen a las personas, o quizás no, porque me lo acabo de inventar... ¿quién sabe? Bueno, en caso de ser cierto, ahora soy 100% amiga de mi compañera (la que no despierta mis instintos asesinos, claro)
Es reconfortante (y cruel) ver que hay más gente a la que decepcionan sus amigos. Hace que me sienta menos especial, pero al mismo tiempo menos estúpida por confiar en gente que te defrauda. Hoy he llegado a la conclusión de que los amigos (no todos) son egoístas, aquí y en Pekin.
Un día fructífero, sin duda.
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