2, 3, 4, 5 y 6 de mayo

Bueno, el día 2, 3 y 4, fueron un completo rollazo, así que voy a pasar directamente al día 5 que fue más interesante...


Me pasé el sábado trabajando, pero por la noche... siento tanto no haber tenido el móvil cargado con batería para poder ilustrar esta entrada... en fin...


Habíamos reservado en un restaurante, a través de "Ofertix", ya lo hicimos una vez, y fue genial, cenamos estupendamente, la atención inmejorable, los platos ultraelaborados, todo era genial, así que nos embarcamos en la aventura una vez más.


Vimos una ganga y reservamos, y después de un día de trabajo muy, muy intenso, pensaba que podría relajarme en algún lugar donde me cuidaran, cocinaran, y yo no tuviera que mover ni un solo dedo.


Soy consciente, de que no podré acercaros a la experiencia ni la mitad de lo que quisiera simplemente con mis palabras, pero lo intentaré con todas mis fuerzas.


Llegamos súper puntuales porque encontramos aparcamiento enseguida. 


La primera impresión al asomarnos, es que era un sintio... pintoresco, se notaba que antiguamente había sido algún tipo de pub o discoteca porque sus techos eran altísimos y el suelo no estaba ni siquiera embaldosado. 


Había gente, por lo que parecía un buen lugar, aunque rápidamente observamos que todos venían de algún tipo de oferta de internet, así que todos veníamos "a ver qué tal"


Al decirnos dónde estaba nuestra mesa, vimos que en una de las paredes se vendía ropa ¡¡ROPA!! de segunda mano, evidentemente, muy chunga... pero no era eso todo, había lámparas y hasta ropa interior... mesas de centro, y cuadros en las paredes que además de decorar el local, tenían colgando sus respectivos precios. ¡¡Hasta las sillas donde estábamos sentadas tenían precio!! 


Yo solo rezaba para que mientras estuviésemos cenando, no viniese ningún comprador de nuestra silla...


La cena, un auténtico desastre, como era de esperar, no había cocina, el cocinero iba más arreglado que yo, por lo que podéis deducir el peligro de ensuciarse que tenía, más que cocinero era "el encargado del microondas" todos los platos eran precocinados y calentados, y la ensalada de bolsa, con queso añadido para disimular.


De postre podías elegir entre un Brownie, o un Brownie. Así que yo me lancé a por el café, el cuál llegó tardísimo, frío y raro. Pedí que me lo calentasen un poco, y vino "el encargado del microondas" a calentarlo, y me lo trajo al infierno. ARDIENDO como si no un hubiera mañana.


Nos entraba en el precio un mojito al acabar, y estuvimos esperando una media hora a que nos lo hiciera la yonkie camarera que no se enteraba de nada... yo ya me quería ir porque evidentemente, después de la cutre-cena no esperaba un mojito espectacular, y así fue.


Cuando por fin llegó el mojito, después de pegarse con el hielo la camarera para picarlo, su composición era: el hielo maltratado, hierbabuena en dosis bárbaras, y mojito del preparado. Nos lo dejamos porque sabía a raro.


Y bueno, a parte la noche se torció, así que... sábado completito.
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Hoy el día ha sido un poco mejor, mañana de patinaje y día de la madre. Me da penita no haber estado cerquita de la mía. Sé que me echa de menos porque mi hermana es mucho más despegada que yo, pero al menos la he llamado prontito para felicitarla y se ha puesto muy contenta.


Tengo el día raruno, para qué engañarnos.