16.1.12

16 de enero: Lunes...

Pues hoy, además de ser lunes, se supone que es el día más triste del año... bueno, tampoco ha sido tan malo.


Desde luego, no ha empezado como debería.


Anoche, en la cama, empecé a pensar dónde había aparcado el coche el sábado por la noche cuando llegué de trabajar... llegué a la conclusión de que era tres calles más para allá de la mía, sí sí, tenía que ser allí. PUES NO.


Hoy, como chica previsora que soy, me he levantado diez minutitos antes de lo normal y cuando he bajado en busca del coche... llovía. Y para colmo, cuando he llegado, he visto que no estaba. He sacado la llave para ir abriendo y cerrando, con la esperanza de que unas lucecitas intermitentes me indicaran el lugar exacto donde estaba, pero nada.


Así que me he puesto a andar por toooda esa calle, por la que sigue, por la otra, hasta llegar a la mía otra vez. Ya estaba llegando tarde. Los diez minutos de más, habían pasado y el ir empapada empeoraba mi humor considerablemente. Por fin, he caído que lo aparqué en la misma esquina de mi calle, nada más girar...


Soy un desastre. Cojo el coche, 4 veces al día, y siempre lo dejo por las mismas calles, en sitios distintos, y me cuesta horrores recordar cuál ha sido la última parada.


He llegado al trabajo, con el pelo pegado a la cara, los bajos del pantalón hechos un asco y con principio de taquicardia por todos los atascos que he ido encontrando a mi paso. La gente, cuando llueve, se vuelve un poco tonta al volante, eso es así.


El curro ha pasado rápido, más que nada, porque hoy solo trabajaba medio día y luego me he quitado todo el estrés con una sesión de compras. No lo puedo evitar, soy una consumista por defecto.


Risas con amigos y familiares han acompañado la tarde, y aún me ha sobrado un ratito para descansar.


Desde luego, yo firmaba por un millón de lunes como el de hoy.

1 comentario:

  1. A mí esas cosas no me pasan nunca. ¿Te paso el número de mi chófer?

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